22 noviembre 2019, 13:25 El comercio
Los sindicatos reciben con cautela el anuncio del grupo alemán, que no debería de afectar a las factorías de Mieres dedicadas a la elevación
Fuentes: EDUARDO PANEQUEGijón Viernes, El comercio
«No dejaremos ninguna piedra sin remover», sentenció ayer rotunda Marina Merzl, consejera delegada de ThyssenKrupp, tras conocerse las pérdidas de 304 millones de euros al cierre del año fiscal 2018-2019, casi cinco veces más en comparación con la caída de 62 millones de euros un año antes. Los detalles a los que se refería con la declaración grandilocuente vinieron a reglón seguido: un ajuste de plantilla, la supresión del dividendo y el incumplimiento de las metas a medio plazo. La advertencia no es nueva, puesto que desde julio de 2018 se cuentan dos intentos fallidos de reestructuración. No obstante, esta vez parece que va en serio. «Ahora vamos a acometerlas. Rápida y sistemáticamente», dijo Merz, quien se marca un horizonte de dos o tres años para que la reestructuración surta efecto. Porque, según avanzó, para el próximo año se estima que las pérdidas continúen creciendo. Para ello, el grupo alemán tiene como objetivo el despido de 6.000 empleados y la búsqueda de nuevos propietarios para determinados segmentos.
Pero no todas las áreas de negocio marchan de la misma forma siendo los componentes automovilísticos y materiales los que han contribuido a lastrar las cuentas del grupo alemán. Por contra, la elevación sigue siendo la joya de la corona. Y, por ello, en Asturias las noticias han caído con incertidumbre, pero no con inquietud. Las región alberga en Mieres dos plantas vinculadas a dicho sector: Thyssen Airport, especializada en la construcción de pasarelas, y ThyssenKrupp Norte, focalizada en las escaleras mecánicas y rampas. A ellas se suma una más: el centro de I+D+I ubicado en Gijón.
Los sindicatos guardan cautela. «Aunque el segmento asturiano da dinero es lógico que nos produzca cierta preocupación», subrayó Jenaro Martínez, secretario general de UGT-FICA, quien advirtió de que «mantendremos una vigilancia máxima para que se garantice el empleo». José Manuel Cima, responsable de Negociación Colectiva de la Federacion de Industria de CC OO, ahondaba en esta idea: «Exigimos que se nos informe sobre qué esta pasando y las medidas que se van a tomar». En una primera fase está previsto que los recortes comiencen en el área de ingeniería de sistemas mediante el despido de 640 trabajadores y otros 370 en la sede de la compañía. A continuación, se disolverán las gestoras de las divisiones de soluciones industriales y tecnologías de componentes.
Futuro de los ascensores
Aunque las cifras del Principado no son malas, Cima se mostraba vacilante «hasta que se nos informe del futuro global del sector de la elevación». A este respecto, dos escenarios están sobre la mesa: la venta durante el próximo ejercicio o la salida parcial en Bolsa. Desde la empresa no despejan las dudas e indican que «trabajamos en todas las opciones».
Por un lado, es sabido que la compañía espera completar a finales de año los preparativos internos de cara a una potencial una Oferta Pública de Venta (OPV) a raíz de desvelar que había recibido ofertas indicativas por parte de inversores estratégicos y financieros, señalando que, sobre la base de la 'due diligence', espera ofertas vinculantes sobre las que negociar el próximo año. Por otro, y tras dejar de cotizar en el selectivo de Fráncfort debido a su baja capitalización bursátil, no estaría dispuesta a perder su participación mayoritaria en este negocio ante una eventual salida a Bolsa.